Inspirar desde la experiencia. El salto más grande.
Los invito a recorrer las 6 principales lecciones que nos deja «The Last Dance» el imperdible documental sobre los Chicago Bulls en la era Jordan.
Inspirar desde la experiencia, es la transferencia de valor real que diferencia a los equipos asombrosos de los equipos tradicionales.
Esto lo consideramos la lección «cero» para entender el potencial de las otras lecciones. La experiencia por sí misma no es el mejor maestro; sino a medida que nos volvemos más viejos recolectando experiencias, seriamos todos mejores y lamentablemente no siempre sucede.
Es la evaluación de nuestras experiencias aquello que nos ayuda a entender cuales repercutirán con valor, en nosotros y nuestros equipos, y cuales serán meramente anecdóticas para la ocasión.
Veamos entonces, como una gran estrella logra inspirar desde la experiencia, a través de las próximas cinco lecciones;
Lección 1: El éxito de Michael Jordan fue mayor a su talento.
El talento no siempre es suficiente, se necesita hacer buenas elecciones para lograr el éxito. La actitud, la responsabilidad y la ética en el trabajo no requieren talento, por ejemplo. El talento de Jordan no se resumía solamente a lo deportivo, sino que la pasión, la mejora continua, la práctica, la perseverancia y el coraje, eran sus diferenciales.
Él se aseguraba que estaría un paso adelante del resto. ¿Cómo lo lograba? Practicaba constantemente, y más que los demás, para ser el mejor. El talento requiere de la persona, para lograr el éxito.
Él sabía que solo con su talento no alcanzaba. Jordan continuamente practicó para ser el mejor y lo hizo todos los días. Para él, ¡hoy era el piso, no el techo!
Lección 2: La fortaleza mental es la clave de un campeón.
La mente era el arma secreta de Michael Jordan. Las victorias se forjaban en las prácticas, la fortaleza y mente ganadora, se construía en las «horas donde nadie nos veía». Su método, fue simple e inteligente, hacer foco y alejarse de las «armas de distracción masiva».
Lección 3: Ser el ejemplo si quieres que los demás te sigan.
Jordan no les pedía a sus compañeros nada que él no estuviera dispuesto a hacer. Michael, no buscaba principalmente agradar, sino generar respeto por su autoridad moral, algo que logro dentro y fuera de la cancha, antes y después de su éxito.
Lección 4: El margen entre ganar y perder es muy pequeño.
La diferencia entre estas dos versiones del mismo juego, en la alta competencia, no es una brecha muy grande. Para Jordan y los Bulls, una de las claves para mantener ese pequeño margen – del lado victorioso – fue la consistencia.
Nunca dejaron que el éxito corriente se asiente. Por eso, Jordan siempre presionaba a su equipo por más. Como líder no le preocupo agradar, al contrario, muchas veces generaba un cierto temor por su exigencia, aunque por sobre todas las cosas él generaba un respeto entre los propios y también sus rivales.
Lección 5: Perder la grandeza es parte del trabajo.
Jordan sabe que para morder la victoria, hay que sufrir las derrotas, es parte del trabajo y desde ya, el único camino para el aprendizaje. Su reflexión… «Perder grandeza es un trabajo interno. No te lo quita la competencia, uno se lo quita a sí mismo» nos invita a valorar las experiencias. La grandeza, capacidad, mentalidad, pasión y hambre de gloria que tienen los más más cercanos a ti determina el nivel de tu éxito.
Estas lecciones son del más grande de todos los tiempos y más allá del gran jugador y campeón que fue, debemos recordar que su principal preocupación junto a aquellos multicampeones siempre estaba focalizada en el equipo.
El propio Michael Jordan, luego de todo lo vivido se preocupa por «inspirar desde la experiencia», evaluando las suyas propias y dejando en claro aquella que lo guió en una frase “Los grandes jugadores pueden ganar partidos. Sólo los grandes equipos ganan campeonatos».
Autor: Daniel Feige – Curador de Contenidos de PHR LATAM
Fuente: John Maxwell Blog – https://www.johnmaxwell.com/